Madereros

En ocasiones, una vocación llega de forma repentina e inesperada, como si estuviera guiada por el destino. Otras veces, la vocación de alguien no implica un cambio de rumbo, sino más bien una herencia. Tal es la historia de Mario Espinosa, el octavo cocinero de una familia de expertos culinarios.
No sería una exageración afirmar que la cocina corre por las venas de Mario Espinosa. A la tierna edad de diecisiete años, inició su viaje culinario cuando su padre, propietario de un restaurante de tapas en el barrio de la Roma, lo contrató como ayudante. Este marcó el comienzo de la exploración de Espinosa por las cocinas de todo el país. Tras completar su pasantía obligatoria, Espinosa se unió al equipo de uno de los chefs más reconocidos de México, Enrique Olvera, asus veintidós años.
En 2008, lo que ahora se considera un momento crucial en su carrera se desarrolló cuando Rosas & Xocolate, un restaurante en Mérida, lo buscó para ser su chef ejecutivo. Al año siguiente, con el apoyo del Grupo AESSA, abrió las puertas de K'u'uk, un restaurante que podría describirse como "cocina maya modernista". El compromiso de Mario Espinosa con la cocina mexicana, especialmente la yucateca, es evidente: "La gastronomía mexicana es una de las más importantes y menos exploradas a nivel mundial", afirmó.
En 2020, Mario Espinosa incursionó en la cocina ahumada con la apertura de Madereros en San Miguel Chapultepec. Un año después, en Santa María La Ribera, presentó Tencüi, su segundo restaurante, consolidando su posición como uno de los chefs más creativos con conceptos únicos. Tencüi se enorgullece de ser el primer restaurante en la Ciudad de México que celebra el mundo de los hongos, con un 90% de su menú basado en setas.